LÍDERES DE LA GUERRA DE CASTAS
DE LA REGIÓN DE TIHOSUCO
MANUEL ANTONIO AY
(Chichimilá 1817—Valladolid 1847)
CECILIO CHÍ
(Sotuta 1823—Chanchén 1849)
JACINTO PAT
(Chikidzonot 1797—Holchén 1849)
BERNARDINO CEN
(desconocido—Xuxub 1875)
Batab de Chichimilá quien se involucró en la política partidista de los Yucatecos en los turbulentos años de los 1840, donde ganó experiencia militar. En enero 1847, participó en un violento saqueo de la ciudad de Valladolid bajo el mando de oficiales no indígenas. Cuando la violencia fue atribuida a los mayas, Ay y otros rompieron su alianza para centrar la atención en una nueva rebelión maya. Esta conspiración fue descubierto y Ay fue traicionado poco después. Su ejecución el 26 de julio 1847 proporcionó el catalizador inmediato para la Guerra de Castas, con Ay siendo el primer mártir de la causa.
El antepasado de Chí, Andrés Chí, tomó parte en la rebelión de 1597 contra los españoles. Batab de Tepich en 1840, Cecilio fue respetado por su inteligencia, elocuencia, y cualidades de liderazgo, a pesar de que no estaba bien educado. Al igual que Ay, él ganó experiencia militar en los conflictos de los yucatecos. Se unió a la conspiración en 1847 y, con Jacinto Pat, comandó un asalto de Tepich causando las muertes de todos los miembros de las 20 familias no mayas en el pueblo. Este ataque fue el primer incidente reconocido de la Guerra de Castas. Chí estuvo dedicado a la expulsión y exterminación de los extranjeros de toda la península de Yucatán. Esta posición le llevó en conflicto con Jacinto Pat, quien quiso poner fin a las hostilidades con los yucatecos como una forma para lograr la autonomía para los mayas. Chí fue asesinato por su secretario, Anastasio Flores, en junio 1849.
Batab de Tihosuco, Pat heredó el papel de líder de su padre, Don Francisco Pat, que se registra como batab en el año 1827. Culto y políticamente experto, Jacinto inicialmente mantuvo su posición e influencia en la comunidad próspera de Tihosuco por cooperar con los yucatecos dominantes. Mientras la crisis se intensificaba en 1847, su hacienda en X’Culumpich, a pocos kilómetros de Tihosuco, se volvió el punto de encuentro para los líderes de la rebelión. Pat se unió a Chí en el ataque contra los extranjeros de Tepich, pero en abril 1848 Pat firmó un tratado con el gobierno yucateco en Tzucacab, con la esperanza de acabar con el conflicto. Chí, más comprometido a una lucha radical, rechazó el tratado. Poco después de la muerte de Chí en junio del año siguiente, Pat trató de tender la mano a las autoridades en Honduras Británica (hoy Belize) en otro intento de calmar las cosas, pero fue acusado de traición por los nuevos líderes Florentino Chan y Venancio Pec. En septiembre 1849, Pec asesinó a Jacinto Pat.
Ningún documento hasta hoy revela una fecha, ni lugar de nacimiento, ni linaje para Bernardino Cen. Él aparece en la escena en Chan Santa Cruz en 1864, trás el derrocamiento de Dionesio Zapata de la dirección de la capital de los mayas rebeldes. Junto con Crescencio Poot, Cen asume el papel de general, mientras Bonifacio Novelo se convierte en el jefe religioso oficial. Cen se conocía como guerrero feroz, cuyas órdenes vinieron directamente de Dios. Su nombre está asociado con el asedio de Tihosuco en 1866, que llevó al abandono del pueblo como guarnición fronteriza de las tropas federales, y con otros ataques en varias poblaciones de la región. También se le atribuye a Cen la finalización de la iglesia en Chan Santa Cruz, y con la construcción del cuartel adyacente para las tropas mayas (hoy Casa de la Cultura en Felipe Carrillo Puerto). Cen murió de un machetazo a la cabeza en Xuxub en octubre 1875 durante la batalla con una fuerza federal. El efecto del golpe se nota claramente en el lado derecho del cráneo de Cen, que llegó a este museo en 1998 después de muchos años en Mérida.
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